miércoles, 26 de marzo de 2014

Invictus / The man in the arena.

Los grandes discursos son intemporales.

   Sobre la película "Invictus", de 2009, basada en el libro El Factor Humano de John Carlin. Trata sobre Nelson Mandela y su uso de la Copa del Mundo de Rugby de 1995 como una oportunidad para unir al país. El título viene de cuando Mandela tuvo el poema escrito en una hoja de papel durante su prisión, ayudándole a sobrellevar su encarcelamiento. En la película, Mandela le escribe el poema al capitán de la selección surafricana, Francois Pienaar, antes del comienzo del campeonato, si bien en la realidad Mandela le dio un extracto de un discurso de Theodore Roosevelt, "The Man in the Arena".

   A mí personalmente me han encantado los dos textos, llenos de motivación para superar las dificultades de nuestra vida y para ayudarnos a sentirnos más fuertes y capaces de ser mejores personas. Así que aquí os dejos a ambos:

   Primero, el poema que dio fuerzas a Mandela durante sus años en la carcel:


Invictus (William Ernest Henley, 1875)
Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.


In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.


Beyond this place of wrath and tears
Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds and shall find me unafraid.


It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.


Traducción:
En la noche que me envuelve,
negra como un pozo insondable,
doy gracias al dios que fuere
por mi alma inconquistable.

En las garras de las circunstancias
no he gemido ni llorado.
Ante las puñaladas del azar
si bien he sangrado, jamás me he postrado.

Más allá de este lugar de ira y llantos
acecha la oscuridad con su horror,
no obstante la amenaza de los años
me halla y me hallará sin temor.

Ya no importa cuán recto haya seguido el camino,
ni cuántos castigos lleve a la espalda,
soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma.

   Y a continuación, el extracto del discurso de  Theodore Roosevelt, "The Man in the Arena" que Mandela dió realmente al capitán del equipo sudafricano de rugby... otra joya:


"The Man in the Arena" ( T.Roosevelt, 1910).
“It is not the critic who counts; not the man who points out how the strong man stumbles, or where the doer of deeds could have done them better. The credit belongs to the man who is actually in the arena, whose face is marred by dust and sweat and blood; who strives valiantly; who errs, who comes short again and again, because there is no effort without error and shortcoming; but who does actually strive to do the deeds; who knows great enthusiasms, the great devotions; who spends himself in a worthy cause; who at the best knows in the end the triumph of high achievement, and who at the worst, if he fails, at least fails while daring greatly, so that his place shall never be with those cold and timid souls who neither know victory nor defeat.”

Traducción:

"No importan las críticas; ni aquellos que muestran las carencias de los hombres, o en qué ocasiones aquellos que hicieron algo podrían haberlo hecho mejor. El reconocimiento pertenece a los hombres que se encuentran en la arena, con los rostros manchados de polvo, sudor y sangre; aquellos que perseveran con valentía; aquellos que yerran, que dan un traspié tras otro, ya que no hay ninguna victoria sin tropiezo, esfuerzo sin error ni defecto. Aquellos que realmente se empeñan en lograr su cometido; quienes conocen el entusiasmo, la devoción; aquellos que se entregan a una noble causa; quienes en el mejor de los casos encuentran al final el triunfo inherente al logro grandioso; y que en el peor de los casos, si fracasan, al menos caerán con la frente bien en alto, de manera que su lugar jamás estará entre aquellas almas que, frías y tímidas, no conocen ni victoria ni fracaso."